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Seguro que recientemente has escuchado demasiado a menudo hablar de acoso escolar. Como tu chiquitín aún no levanta un palmo del suelo no le das tanta importancia al tema, pero tienes que saber que estás a tiempo de educar para evitar actitudes que normalicen cualquier forma de agresividad. 

Un día al salir de infantil mi hija me dijo que un compañero suyo la había pegado. Estuve a punto de liarla sin pedir más explicaciones, pero antes, respiré profundamente, y pregunté:

  • Y tú, ¿qué estabas haciendo?
  • Pintaba
  • Y antes de pintar, ¿qué hacías?
  • Quitarle la pintura a Raúl.

Eso me demostró que en estos temas hay que ver siempre más allá; una lección muy buena que me ha servido cuando, años más tarde, he tenido que ayudar mucho, tanto a padres de niños acosados, como a padres de acosadores, si bien es cierto que los primeros me han buscado como abogada, y los segundos como mediadora, no en balde participo como formadora de alumnos mediadores en un centro educativo, algo que nos ha permitido a los compañeros de la asociación con la que organizamos los cursos, reafirmarnos en que se deben tomar medidas contra el acoso desde las primeras etapas de formación, y de forma coordinada entre casa y el centro educativo. Sin embargo, al igual que hay familias que siguen pensado que tirar piedras son cosas de niños, o que un insulto hace recio el carácter, hay instituciones educativas que prefiere mirar para otro lado e invitar a las víctimas a irse. Por todo ello es importante que, ante cualquier problema de acoso, actuemos con premura y, sobre todo, con cabeza.

No permitas ciertas actitudes

Como siempre que tratamos algo de nuestros peques, debemos empezar desde casa, empezando por poner fin a determinadas actitudes: amenazarle en medio de un juego con morderle, nunca decirle que es malo y que así nadie le querrá, …Debemos poner fin a cualquier actitud, hecho o frase, que puedan normalizar una actitud agresiva, o, peor aún, victimista. Con ello conseguiremos que no justifique, normalice o silencie las agresiones que pueda presenciar o sufrir, y colaboraremos a que no sea una víctima fácil, y a que sean los acosadores quienes se vean apartados.

Pero, ¿qué hacemos cuando es nuestro hijo el que acosa? ¿Cuándo muerde, pega o se ríe de otro compañero? Empezar cuanto antes. No ocultarlo, no tener miedo, trabajar con él en casa, hablar con los profesores para saber si hay detonantes para esa actitud, no es tan raro que un cambio de clase o un amigo que se ha ido del colegio le obligue a defenderse del mundo; Y, sobre todo, pedir ayuda. Si tenemos la suerte de contar en la guarde o en el cole con un buen equipo de orientación, serán nuestro mejor aliado para poder corregir actitudes que podrían de otro modo convertirse en grandes problemas; y, si es necesario, ayudarnos de un buen psicólogo infantil.

Padres amorosos

¿Y cuándo nuestro hijo es la víctima? A nivel familiar, igual: empezar cuanto antes, no ocultarlo, no tener miedo, trabajar con él en casa, … Pero, además, poner cabeza. Debemos recordar que cuando nos damos cuenta de la situación el peque lleva ya mucho sufrido, así que nos tenemos que convertir en los padres más amorosos con ellos, y en las bestias más horrendas ante quien nos niegue la ayuda. Pues, por desgracia, como dije antes, hay muchos centros que prefieren mirar para otro lado, olvidando que cuando les dejamos a nuestros hijos ellos son responsables de todo lo que les suceda.

Por cierto, unos días más tarde de que mi hija robara la pintura a su augusto compañero, ambos en un cumpleaños jugando juntos toda la tarde, entre el cole y las dos madres pudimos solucionarlo.

Hay que poner fin a cualquier actitud, hecho o frase que puedan normalizar una actitud agresiva

¿Qué hacer ante el acoso? Lo primero es hablar con el responsable de nuestro hijo para explicarle la situación, y unos días más tarde, para que se nos expliquen las medidas que se han tomado. Pero si sus respuestas no nos convencen, o no evitan un nuevo episodio, debemos de presentar un escrito como el que os adjuntamos. Hay que dárselo en mano y quedarnos con una copia sellada, o mejor aún, firmada por el director, jefe de estudios o coordinador, dejando además constancia de la fecha de entrega. Si no quisieran recibirlo o sellarlo debidamente, informarles que nuestro siguiente paso será ir al notario para que sea él quien se lo haga llegar por carta notarial, y, puesto a informarles de nuestros movimientos, que después nos pondremos en contacto con cualquier medio de comunicación al que le pueda interesas rellenar un hueco con la historia de un centro educativo que no atiende a unos padres desesperados por el acoso que está sufriendo su pequeño. Hasta los directores más insensibles han palidecido ante la imagen de un notario y un periodista en la puerta de su centro.

Carta al director del centro

Puede que nunca la necesitemos nosotros ni ningún conocido nuestro, pero de cara al futuro hay que estar preparados, por eso os dejamos a continuación un escrito en el que se le comunica al centro educativo lo que está pasando para que tome las medidas necesarias con el fin de paliar la situación.

AL DIRECTOR DEL CENTRO __________

DOÑA _________ mayor de edad, con domicilio en ________ con DNI _________, actuando en nombre y representación, como madre de _______ alumna/o de _______________, ante este Centro comparezco y como mejor proceda DIGO:

Que mediante el presente escrito vengo a solicitar que por parte de la Dirección del Centro se ponga en funcionamiento, de forma urgente e inmediata el Plan de Convivencia para Centros Educativos o el Reglamento de Régimen Interno, debido al acoso psicológico y/o físico sufrido por mi hija/o, adoptando las medidas pertinentes al efecto, en base a los siguientes

HECHOS

PRIMERO. – Que desde _____________ vengo poniendo en conocimiento de los profesores, y en especial de su tutor ________, el acoso psicológico/ físico que estaba sufriendo mi hija por parte de otros compañeros de curso, el cual consistía en _______________

SEGUNDO. – (empeoramiento de los hechos)

TRECERO. – (más abundamiento de los hechos)

CUARTO. – Que, de esta situación de agresiones verbales, psicológicas y físicas, han tenido conocimiento los profesores que estaban cuidando de los niños, bien por producirse en horas lectivas, bien por estar ese profesor a cargo del patio, hora de estudio, …etc. Mas, sin embargo, el grueso de los profesores, no han tomado medida alguna sobre los agresores, limitándose a _________

QUINTO. – (qué han estado haciendo los padres con el colegio para informar y evitar). Más sin embargo para nada han valido dichas reuniones, (hecho que demuestre que no ha valido de nada)

SEXTO. – (si ha habido intento de solución) Que la única “solución” que se nos ha ofrecido es ____________, más sin embargo, la misma no puede ser válida, ya que como consecuencia de la pasividad del claustro ante los repetidos ataques sufridos contra _______, el acoso se ha convertido en un problema que excede de su propia clase, llegando a existir canciones arremetiendo contra él/ella que cantan a coro en el patio, o incluso agresiones físicas de niños en cursos menores.

SEPTIMO. – Todas estas circunstancias han resultado gravemente perjudiciales para ________ ya que no solamente han repercutido en sus notas, o en un desánimo general, si no que está afectando a otras facetas de su vida cotidiana; y ello sin olvidar los daños físicos y sus consecuentes tratamientos, que se han reflejado en los diversos informes de los facultativos implicados.

OCTAVO. – Los responsables del Colegio tienen la obligación legal de proteger y amparar a todos los alumnos del centro, ya que los padres en el momento que dejamos a nuestros hijos en el centro educativo efectuamos una delegación de facultades y de los deberes inherentes a la “patria potestad” a favor de los profesores y responsables del centro.

De este modo, y con respecto a la responsabilidad de los centros docentes, el artículo 1903.5 del Código Civil establece que:

“Las personas o entidades que sean titulares de un centro docente de enseñanza no superior responderán de los daños y perjuicios que causen los alumnos menores de edad durante el tiempo en que los mismos se encuentren bajo el control y vigilancia del profesorado del centro, desarrollando actividades escolares, extraescolares y complementarias”.

Apelo a este precepto de nuestra legislación para que tomen medidas con respecto a una situación evidente de acoso, evitando incurrir en responsabilidad, ya que tal y como he relatado anteriormente a fecha de hoy ya existen daños y perjuicios que afectan de forma directa a mi hijo/a.

Por todo lo anterior expuesto,

            SOLICITO, al Director del ______________ ante la gravedad de la situación, ponga en funcionamiento, de forma urgente e inmediata, el Plan de Convivencia o Reglamento Interno del centro, adoptando medidas educativas y en su caso, las medidas disciplinarias pertinentes contra los acosadores, así como las medidas preventivas necesarias para evitar que mi hijo/a vuelva a ser acosado.

En ____, a _ de _ de ___.

 

Fdo.:

 Y, por último, debemos esperar a que tomen las medidas necesarias mientras cuidamos mucho de nuestro peque; y si no las toman, ponernos en manos de un abogado para denunciar al centro.

 

María Lara González. Abogada del ICAM y Mediadora de la Asociación Paz y Media.


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