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Parir cantando: cantar durante el embarazo y también en el parto, para aliviar tu posparto

El embarazo es un periodo de cambios físicos, emocionales y sobre todo de crecimiento interno y metamorfosis para las mujeres.

Cada vez es más frecuente que las futuras mamás preparen cuerpo y mente para la llegada de su bebé, y una de las mejores formas de hacerlo es a través del canto.

 

Numerosas investigaciones señalan que, tener presente  la música durante el embarazo, es muy beneficioso, pero cantar resulta científicamente aún más provechoso, ya que no  es solo una estrategia eficaz durante el embarazo, sino que es eficiente  durante el parto y también le ayudará a superar el postparto, convirtiéndose en su herramienta de crianza favorita.

 

Cantar durante el embarazo es un recurso económico y al alcance de todos que aportará valiosas ventajas, no solo para la madre, sino también para el bebé según apuntan los creadores de  Baby Music Estimulación, expertos en Estimulación Musical Temprana.

 

Al cantar, nuestro cerebro produce el llamado cuarteto de la felicidad (dopamina, endorfina, serotonina y oxitocina). Por ello, mejora el bienestar y la salud no solo de la embarazada, sino también del pequeño. Cantando, se libera dopamina en nuestro cuerpo, demostrándose además que, puede mejorar el sistema inmunológico en los niños y  ayuda a combatir el estrés en bebés prematuros (Gooding, 2010).

Cantar al bebé, ayuda a las madres a segregar también en su cerebro serotonina, la llamada hormona de la felicidad, que contribuye a regular el estado de ánimo y mejorar la sensación de bienestar. Comprobándose también que, reduce los dolores que pueden aparecer a lo largo del embarazo, ya que con el canto se mejora el control de la respiración y la postura.

 

Así,  se puede afirmar que el canto prenatal, ayuda a reducir significativamente el estrés y la ansiedad, mucho más que solo escuchando música.

Si una madre sufre estrés durante su embarazo o incluso depresión, también repercutirá en su futuro hijo, teniendo más posibilidades de nacer bajo de peso y antes de tiempo. Así, la música  ayudará a manejar adecuadamente estas emociones y favorecerá que el bebé se desarrolle física y emocionalmente sano.

A lo largo del embarazo se producen muchos miedos e incertidumbres, muchas de ellas provocadas por las pruebas médicas y el estrés de la vida diaria.  A través de las canciones, la madre podrá expresar sus miedos, alegrías e inseguridades, lo que le permitirá liberarse y reducir los niveles de cortisol.

Paralelamente, cantarle al bebé potencia el vínculo entre madre e hijo desde antes de nacer, ya que a partir de la semana 16 de embarazo,el feto comienza a percibir sonidos, aunque todavía las estructuras del oído no están totalmente maduras. Es a partir de la semana 25 de gestación, cuando el órgano auditivo ya es funcional, y gracias a la pelvis y el esqueleto de la madre que forman una cámara de resonancia, se amplifica la transmisión de sonidos. Así, se puede afirmar que lo primero que escucha un bebé son los latidos del corazón y la voz de su madre.

Por eso, una vez que han nacido, recostarle sobre nuestro pecho y tararear una canción que se le haya cantado durante el embarazo, puede ser una herramienta eficaz para calmarle, ya que le reconecta con su vivencia en el útero.

También es muy importante que la pareja (si la hay) o las personas que convivan con la madre y en un futuro con el bebé, participen en este proceso. Este hecho repercutirá positivamente en su relación y conexión, que se materializará en semanas próximas.

 

Una vez que llega el día del parto, no podemos dejar este hábito musical de lado, ya que favorece el proceso de dilatación, puesto que al cantar, se facilita la relajación de la musculatura pélvica. Esto es debido a que la garganta y el canal de parto tiene mucha relación a muchos niveles. Al usar la voz,  se relaja la garganta y la mandíbula, lo que llevará a la relajación del cuello del útero y a la abertura de los músculos y tejidos perineales implicados en el parto. Cantar durante el parto parece una práctica novedosa, pero ya lo hacían las primeras tribus.

A principios de los años 60,  el obstetra francés Frédérick Leboyer, pionero en el parto respetado, introdujo el Canto Maternal Carnático en Europa. Es un canto meditativo muy especial que proviene del sur de la India y que las mujeres realizan en grupo desde el inicio del embarazo y se utiliza también en el parto.

 

De esta forma, la voz colabora también en la fuerza para empujar  durante el alumbramiento, y ayuda a mitigar el dolor,  ya que la segregación de endorfinas suponen un medio analgésico natural. Al cantarle al bebé, se libera también de forma natural oxitocina, la llamada hormona del amor o del abrazo. Este hecho, ayudará a la futura madre a sentirse capaz y ser consciente de su fuerza,conectando con su parte más instintiva e intuitiva. Mediante la vibración sonora que produce el canto, la mujer recupera conciencia sobre su cuerpo, lo cual es fundamental en este momento cumbre.

 

El canto prenatal, supone establecer una comunicación temprana con el bebé, que facilitará el posparto y ayudará una vez que el bebé llegue al mundo.  Siendo posible continuar con este hábito, puesto que no requiere inversión de tiempo y esfuerzo. Sale de forma natural. Cuando el bebé llore, necesite que  lo calmen y lo arrullen, al escuchar la voz de su madre recordará esa sensación de bienestar y facilitará su relajación en momentos de cólicos, sueño, cambios del pañal,etc. Además,los bebés recién nacidos prefieren la voz cantada a la voz hablada (Nakata &Trehub,2004).

 

Si las canciones están presentes desde los inicios, estimulará el desarrollo del bebé conforme va creciendo, potenciando su desarrollo emocional, cognitivo, social y físico. Y no solo eso, sino que la música activa diferentes regiones del cerebro que intervienen en dichos procesos de desarrollo, por lo que los beneficios no solo serán puramente musicales.

 

El canto hacia los más pequeños, sustenta el lenguaje del amor. Todos los seres humanos nacemos con la  capacidad extraordinaria para detectar patrones auditivos. Las nanas son canciones universales que comparten una serie de características comunes, independientemente del lugar del mundo de donde provenga. Así que, cantar nanas y canciones de arrullo al bebé es un lenguaje común a todas las madres, que ayuda también a transmitir calma, presencia y amor incondicional. Se ha demostrado que los bebés de solo 3 meses de edad, ya son capaces de diferenciar sonidos de su lengua materna(Slugocki & Trainro, 2014). Por tanto, Juanfe Sempere y Elvira Perejón, afirman que los bebés aprenderán a hablar habiendo escuchado antes los sonidos musicales del lenguaje, lo que favorecerá el desarrollo del lenguaje posteriormente.

 

La voz de cada madre es la mejor para su bebé ¡Anímate a cantar siempre!

 

Información sobre Baby Music Estimulación


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