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  • Entender la realidad de la muerte es una parte fundamental en el desarrollo de un niño, por eso es importante el acompañamiento de los adultos para que sea un proceso sencillo y entendible

 

  • Para evitar una angustia innecesaria, los expertos pedagogos de la editorial RUBIO recomiendan comenzar explicándoles los cuatro aspectos de la muerte: es universal, irreversible, el cuerpo deja de funcionar y tiene siempre un porqué

A los más pequeños, la muerte puede parecerles un concepto misterioso, y generarles preguntas que a los adultos pueden resultarles incómodas y estresantes. Como padres, vemos a nuestros hijos como seres inocentes y queremos protegerlos, a toda costa, de un tema que pensamos que podría causarles dolor o miedo. Sin embargo, hay veces que tratar de protegerles puede conllevar hacerles más daño, en vez de reportarles beneficios. Aunque sea incómoda, la conversación es vital para contribuir al buen desarrollo de un niño.

De esta manera, los expertos pedagogos de la editorial RUBIO nos explican que los niños asocian la muerte con las fantasías y experiencias que ya tienen. Por este motivo, si los niños no tienen toda la información clara en cuanto a sus emociones, las emociones de la familia y el proceso social que ocurre después de la muerte, pueden sentirse confusos y esto crearles un nivel de angustia innecesaria.

Teniendo en cuenta eso, ¿sabes cómo afrontar esta conversación? Si te falta la respuesta, RUBIO puede ayudarte. Sus pedagogos asesores nos proponen 8 consejos útiles para facilitar la transición desde la confusión a la claridad para los hijos y los padres a la hora de abordar las complicadas preguntas sobre la muerte. Antes de embarcarnos en explicaciones complicadas y metáforas vagas es importante tener en cuenta estos cuatro consejos:

  1. La recepción de la conversación va a ser diferente para cada hijo, por eso necesitamos ajustar la conversación en base a su edad y a su entorno.

 

  1. Los niños pueden entender más de lo que pensamos, muchas veces creemos que no pueden entender temas complejos, pero lo niños son perceptivos. Para favorecer la comprensión nos aconsejan usar “un lenguaje basado en hechos que sea lo más sencillo y literal posible”.

 

  1. Fíjate en las fantasías de tu hijo. Los expertos advierten que cuando no les explicas la muerte a los niños ellos mismos se crean sus propias teorías, basadas en como perciben el mundo que les rodea, lo que les puede generar aún más angustia y malestar.

 

  1. Habla en un tono tranquilo, ya que, si imponemos un tono demasiado formal y serio al abordar el tema de la muerte, los niños pueden perder el interés e incluso provocarles un poco de miedo. Los niños reflejan las emociones de los padres, por lo que es vital tener un tono calmado, para asociar la muerte con emociones de serenidad, aunque sea triste.

En cuanto al tema de la conversación, la muerte parece un asunto incontrolable y, a veces, no sabes por dónde empezar. Normalmente, el niño vive la muerte como algo doloroso y angustioso, si no entiende el concepto de muerte y no tiene una idea veraz acerca de lo que significa estar muerto, por lo que puede desarrollar interpretaciones que le aterroricen. Los expertos nos aclaran los puntos clave que debemos abordar para evitar esta sensación:

  1. La muerte es universal. Es importante explicar que la muerte es parte del proceso natural de la vida, que es el equivalente a nacer y crecer, temas reconocibles para los niños.

 

  1. La muerte es irreversible. También debemos aclararles que la muerte es final, que no puedes volver a la vida.

 

  1. Las funciones vitales terminan en el momento de la muerte. Es decir, que cuando mueres no puedes respirar o caminar más, el cuerpo deja de funcionar.

 

  1. La muerte tiene siempre un porqué. Los niños necesitan entender que la muerte tiene una razón, que no ocurre sin motivo.

Dicho esto, RUBIO nos aconseja a qué puntos debemos prestar atención tras un fallecimiento y nos explican que los niños no tienen la misma repuesta a la muerte que los adultos, entonces como padres o adultos al cargo de esos niños es importante observar los cambios de comportamiento, dificultades para dormir, trastornos en el apetito, etc. Para ayudarles, aconsejan establecer una rutina que les permita percibir una normalidad diaria, para que vean y sientan que la vida continúa.

Ahora sabemos cómo enfrentar esta conversación, con los trucos y consejos de los expertos y, si confiáis en vuestras habilidades, seréis las personas más indicadas para enfrentar esta conversación con vuestros hijos. Y recordad que sus perspectivas nos pueden sorprender y ayudar para entender la muerte de la misma manera.

 

RUBIO nace hace ya 65 años de la mano de Ramón Rubio y es la editora de los afamados cuadernos didácticos basados en potenciar la plasticidad del cerebro, a través del desarrollo de las competencias básicas, como la escritura y el cálculo. Desde su fundación, RUBIO ha vendido más de 320 millones de ejemplares de cuadernos, que han acompañado a varias generaciones de españoles. 


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