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El ochenta por ciento de la información que recibimos es a través de nuestros ojos, por lo que es muy importante no sólo cuidar la visión, sino también prevenir las posibles afecciones oculares. Y eso se consigue con una buena higiene ocular, tanto para nosotros como para nuestros hijos.

 

El globo ocular, que se ubica en la cuenca del ojo, tiene el tamaño y forma de una pelota pequeña, y es muy delicado. Su parte visible está protegida por los párpados y las pestañas, que no dejan penetrar las bacterias, el polvo y la luz excesiva. Las lágrimas también protegen el ojo, humedeciéndolo y eliminando la suciedad y residuos que logren traspasar esa barrera exterior.

Todas las partes del ojo desempeñan una importante función en el proceso de visión. Tarea nuestra es proteger y cuidar de su salud, por lo que hay que acudir al menos una vez al año a una revisión oftalmológica para que el especialista evalúe el estado de salud de nuestros ojos y poder seguir sus recomendaciones en su cuidado.

NORMAS BÁSICAS

  • Una adecuada higiene ocular empieza por lavarse las manos con frecuencia y evitar tocarse los ojos con las manos sucias. Debe incluir la limpieza interna de ojos, pestañas, párpados y borde palpebral para evitar la entrada de patógenos externos.
  • El uso de gafas de sol, con cristales homologados y filtro solar, para protegerse de la radicación solar UVA y UVB, incluso en invierno y días nublados es muy aconsejable.
  • En el trabajo, realizar descansos periódicos frente a pantallas y situarse en la distancia y posesión adecuada. Usar pantallas digitales (TV, Smartphones, iPad…). Si en algún momento se siente fatiga ocular, se debe interrumpir la actividad por unos minutos.
  • También la dieta puede ayudarnos. Incorporar productos ricos en vitaminas A, E, C y antioxidantes como las zanahorias, las verduras de hojas verdes o frutas como los albaricoques, las cerezas, las naranjas y las fresas, así como los ácidos grasos Omega3 y el magnesio.
  • Asimismo, habrá que evitar fumar y recibir el humo indirecto, ya que puede provocar irritaciones o conjuntivitis y otras afecciones oculares leves y graves.
  • Para aquellas personas que utilizan lentillas, deben limpiar bien éstas y no abusar de su uso. Limitar su utilización a un máximo de 12 horas y retirarlas siempre antes de ir a dormir.
  • Para poder cuidar de tus ojos cuentas con soluciones oculares o toallitas que te facilitarán la labor de esta rutina necesaria para dar confort a tus ojos y la de tus hijos.

CÓMO ES NUESTRO OJO (*)

El Consejo General de Ópticos Optometristas (CGCOO) desglosa las partes del ojo en:

Córnea. Se trata de una membrana resistente y transparente y, a través de ella, penetra la luz en el ojo. 

Cristalino. Es una lente natural, cuya función es enfocar las imágenes correctamente en el fondo del ojo. Según la distancia a que se encuentra el objeto, se engrosará o adelgazará para obtener una visión nítida. 

Iris. Es una estructura pigmentada suspendida entre la córnea y el cristalino, que tiene una abertura circular en el centro, llamada pupila. El iris, aumentando y disminuyendo su tamaño, controla la cantidad de luz que atraviesa la pupila. 

Humor acuoso. Es un líquido transparente que separa la córnea del cristalino y contribuye a mantener una presión intraocular normal. 

Humor vítreo. Se trata de la sustancia transparente y gelatinosa que contiene el cuerpo principal del interior del ojo. Lo provee de firmeza y elasticidad. 

Esclerótica. Es la parte blanca del globo ocular, está formada por un material muy resistente, que cubre la mayor parte del ojo y lo protege. Contiene además una gran cantidad de finos vasos sanguíneos que transportan la sangre al ojo.

Retina. Está situada tras la pupila y se parece a una película fotográfica, pues se trata de una lámina compuesta principalmente por millones de células nerviosas, que transforman la luz en impulsos eléctricos y posteriormente los envía al cerebro. Estas células receptoras se encuentran en su superficie exterior y se llaman, según su forma, conos o bastones. Estos últimos reconocen el negro y sus matices, mientras que los primeros, el resto de colores.

Mácula. Se encuentra dentro de la retina y es la zona del ojo con mayor agudeza visual, por lo que ayuda a que los ojos perciban los pequeños detalles cuando miramos un objeto directamente.

Nervio óptico. Mide unos cuatro centímetros de longitud y convierte la luz en impulsos nerviosos. Envía al cerebro la información procedente de la retina. 

Lóbulo occipital: Es la parte del cerebro que convierte esa energía eléctrica en imagen.

¿POR QUÉ DEBES CUIDAR TUS OJOS? 

Una buena higiene ocular es imprescindible para…

  • Preservar la salud ocular.
  • Mantener el confort ocular en casos de exposición a agentes externos como las condiciones atmosféricas (viento, polvo,…) o la sequedad ambiental (calefacción, aire acondicionado, ambientes cerrados…)
  • Evitar la aparición de la fatiga ocular debido a la fijación prolongada de la vista en pantallas o libros.
  • Prevenir afecciones oculares como la conjuntivitis u otras afecciones oculares leves, así como coadyuvante a su tratamiento.
  • Mantener una mirada brillante y saludable.

CÓMO DEBE SER LA RUTINA DE LIMPIEZA

  • Diariamente, como preventivo a posibles afecciones oculares y como hábito de higiene ocular.
  • Previamente a la administración de colirios para higienizar la zona a tratar.
  • Cuando haya presencia de secreciones oculares. (legañas)
  • En sensación de vista cansada o fatiga ocular.

Y TU BEBÉ TAMBIÉN

¿Sabes que los bebés son más propensos a tener infecciones oculares al producir más mucosidades que un adulto? Una correcta higiene ocular diaria puede evitarlas. ¿Tiene tu bebé muchas legañas cuando se despierta? Entonces es momento de que inicies esa rutina necesaria para llevarle salud a sus ojos. 

 Fuente: Bañolftal®

(*)Fuente: Consejo General de Ópticos Optometristas

 

 


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