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¿Has mirado qué tienes en la nevera? ¿en el armario despensa?, ¿estás seguro que es lo más indicado para tu salud? Comer bien pasa, en primer lugar, por realizar una compra saludable. La Dietista y nutricionista Belinda I. Gómez Núñez, te da las claves para que lo consigas.

  1. Diseñar un menú semanal con su lista de la compra.

 Antes ir a la compra planifica, diseña un menú para toda la semana, dedica un ratito a esa tarea y haz una lista de la compra en base a ese menú. De esta forma no improvisaremos, nos organizaremos mejor y, además, evitaremos tirar comida, ahorrando tiempo y dinero.

  1. El 50% de la compra la componen las frutas y verduras

Las frutas enteras (no zumos), verduras y hortalizas son la base de nuestra alimentación, deben formar parte de todas nuestras comidas, debido a sus efectos protectores frente a enfermedades y su alta densidad en nutrientes.

Como acompañamiento de las frutas y verduras podemos comprar: legumbres (consumidas mínimo 3-4 veces por semana), huevos, carnes, pescados, mariscos, lácteos o bebidas vegetales sin azucarar o edulcorar, combinados con cereales de grano entero como el pan integral, pasta integral…, tubérculos (patata, boniato…).

  1. Elige una grasa de calidad para completar tus platos:

 El aceite de oliva virgen extra, aguacate, los frutos secos (tostados o naturales), las semillas (chía, lino, sésamo cáñamo…) o el chocolate de más del 85% de cacao.

Lee siempre los ingredientes, solo sabiendo su composición puedes conocer la calidad del alimento

  1. No te dejes engañar por el envase de un producto.

 Lee siempre los ingredientes de los procesados que compres, solo sabiendo su composición puedes conocer la calidad del alimento que estás consumiendo

  1. Aprende a identificar buenos procesados

El tipo de harina que llevan, los azúcares, la sal, etc… son cuestiones a tener en cuenta a la hora de hacer la compra. No compres si no sabes su composición. Busca buenos procesados como el aceite oliva virgen extra, un pan hecho con harina integral, levadura o masa madre y sal, un queso hecho con leche entera, cuajo y sal, una legumbre o verdura en conserva, otros buenos  procesados son los fermentados cómo el yogur natural, el kefir… procedentes de lácteos enteros sin azucarar ni edulcorar, a los que puedes añadir tú la fruta, unas pasas, trocitos de chocolate negro de > 85%…, las latas de conservas de pescado en aceite de oliva virgen o virgen extra, unos frutos secos tostados o naturales.

  1. Evita los ultraprocesados

Limita en tu cesta de la compra los alimentos muy procesados (ultraprocesados) ya que tienen poco o ningún alimento fresco. En la próxima revista os hablaremos más sobre ello.

Recuerda que “La comida que comes puede ser la más poderosa forma de medicina o la forma más lenta de veneno” (Ann Wigmore)

¿Sabes leer un etiquetado?

Los ingredientes aparecen en el etiquetado en un orden, los de primera posición son los que están presentes en mayor proporción y los últimos los que están presentes en menor proporción, es decir aparecen escritos de mayor a menor cantidad. Esto es también es importante tenerlo en cuenta, porque no es lo mismo que el azúcar aparezca en la primera posición que en la cuarta o quinta.

Belinda I. Gómez Núñez

Dietista-Nutricionista

https://comesanoydisfrutablog.wordpress.com

 


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