¿Te gustaría que tu hijo fuera feliz? Y si te dijéramos que está en tu mano tan sólo con aplicar un método que lleva más de cuarenta años funcionando ¿te gustaría probar?, Pues es tan fácil como conocer el método danés de crianza, el método Hygge.
Desde hace más de cuarenta años Dinamarca lleva liderando en ranking como el país más feliz del mundo. No sólo ha sido declarado así desde 1973 por la OCDE, sino que queda reflejado en los informes anuales de otras organizaciones tales como El Instituto de Investigación de la Felicidad (Happiness Research Institute) y diversos estudios de Universidades. Y, ¿cómo se ha conseguido esto?, parece que la clave está en su método de educación, según se señala en uno de los libros que triunfa entre los padres de medio planeta, “Cómo criar niños felices: el método danés para desarrollar la autoestima y el talento de nuestros hijos” (Ed. Planeta) de la psicoterapeuta danesa Iben D. Sandahl, y la columnista estadounidense Jessica J. Alexander.
Según las escritoras, lo más importante es que tu hijo se críe en un ambiente seguro y estable, rodado de mucho amor y empatía donde se le ofrezcan desafíos físicos, mentales y sociales. Los padres multitarea no son la mejor opción para que sus hijos sean felices. El diálogo es fundamental en este método que, sobre todo, ofrece respeto, empatía y diálogo.
¡Adiós a los padres multitarea! y bienvenidos los que ofrecen respeto, empatía y diálogo
En una entrevista a la agencia Europa Press, las autoras señalaron que “esto se logra gracias a que, desde pequeños, los niños están en contacto con sus sentimientos, tienen seguridad en sí mismos y la capacidad para ver el lado positivo de las cosas… También el reducir la presión. Hay que centrarse más en la autoestima, en el sentir cómo son, no en lo que pueden hacer o producir, en crear más bienestar, ya que dura toda la vida”
Para lograr los objetivos y embarcarse en este modelo danés de crianza se proponen seis pautas a seguir… ¿te atreves?
1 El juego
Los niños felices juegan y éste es esencial para desarrollar su imaginación, la autoestima. Con el juego aprenden a superar el estrés y ser más resilentes; también aprenderán autocontrol, para seguir jugando y al jugar con niños de diferentes edades aprenden mucho
2 Escucharlos
Deben aprender a aceptar sus verdaderos sentimientos, sean buenos o malos, “darles la oportunidad de aprender a lidiar con el conflicto. Según las autoras, es importante detectar la zona de desarrollo próximo del niño “no la zona de desarrollo en la que uno como padre quiere que el niño esté, sino aquella en la cual el niño se encuentra a sí mismo (no siempre son las mismas). “Se debe permitir al niño creer que tiene el control, hay que mostrarles que confiamos en ellos; los chicos crecen cuando les mostramos que pensamos que pueden tener éxito”.
3 Motivación
Para seguir este método danés importante también ofrecerles una motivación adecuada. “Los daneses se centran en motivar a los niños, elogiando el proceso y el esfuerzo en lugar de la habilidad, con expresiones como ¡trabajaste duro y estoy orgulloso de ti!. Hay que centrarse en los puntos positivos sin lenguaje limitante, eso les ofrecerá las herramientas necesarias para resolver cualquier situación.
4 La empatía
Fomentar la empatía les ayuda a desarrollar a largo plazo mejores y más cariñosas relaciones, que son fundamentales para conseguir felicidad y bienestar, y es “vital en la educación de los hijos como personas”. Las autoras advierten a los padres superprotectores que revisen sus comportamientos para que no impidan que los niños desarrollen sus capacidades.
5 No poner ultimátums
Esto siempre crea una lucha de poder, es mucho mejor un enfoque basado en el respeto, que a la larga tendrá un efecto boomerang. Enseña respeto, se respetuoso y serás respetado, ese sería el lema. Según las autoras, los padres con los ultimátums, “pierden cercanía, porque gobernar con amenazas y miedo no genera acercamiento. Pierden respeto, porque los niños aprenden que los límites no significan nada si los padres no cumplen sus amenazas. Y, pueden perder la perspectiva al enfrascarse en las batallas en vez de en la guerra, los grandes fundamentos de la crianza».
6 Tiempo de calidad
Los niños que se sienten queridos serán adultos felices, por eso es tan importante que los padres busquen tiempo de calidad para disfrutar con sus hijos. Las familias danesas practican el Hygge (podría traducirse como comodidad), y se basa en dedicar tiempo con la familia y los amigos en un ambiente estable, rodeado de mucho amor y empatía, cálido y muy positivo, donde el yo se deja aparte y sólo cuenta el nosotros. Un tiempo de calidad donde el diálogo es fundamental.