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Si notas calambres nocturnos, sensación de pesadez, adormecimiento, ardor, picazón, hinchazón en pies y tobillos, es posible que estés ante un problema vascular que tiene solución dependiendo de lo avanzado que esté.

EL 40% de las mujeres nos vemos afectadas por las varices, que son un problema médico crónico y la mayoría de las veces, estético.

VARICES Y EMBARAZO

Las causas que las producen son muy variadas. Tienen una predisposición genética nada desdeñable, y poco podemos hacer ante este factor, sin embargo hay otros factores evitables como son el tabaco, el sedentarismo, determinados trabajos en los que se mantiene durante mucho tiempo la postura estática de pie (peluqueros, auxiliares vuelo, sanitarios), determinado tratamientos o fármacos como los anticonceptivos orales, situaciones de sobrepeso, obesidad,… Y por supuesto, el embarazo!

Durante el embarazo el cuerpo se ve sometido a un aumento de peso que conlleva una sobrecarga importante en los miembros inferiores, lo cual hace que la circulación venosa tenga que soportar más dificultades para retornar la sangre desde las piernas hacia arriba, y cuando esta situación se prolonga durante 9 meses, algunas venas llegan a aparecer en la superficie de la piel en forma de varices, telangiectasias o arañas vasculares.

Estas lesiones pueden ser sólo estéticas y no dar mayor problema, o bien presentar además dolor e inflamación. 

CONSEJOS PARA PONER EN PRÁCTICA

 Antes de plantearse ningún tratamiento, las personas con tendencia a tener varices, han de seguir una serie de normas diarias para que estas no empeoren y evitar que salgan nuevas lesiones.

 Estas medidas comprenden:

  •  Hacer ejercicio regular y de intensidad moderada.
  •  Terminar las duchas con unos minutos  de chorros de agua fría en sentido ascendente, empezando por los pies y tobillos y subiendo hasta caderas.
  •  Evitar las prendas apretadas tanto en la cintura como en piernas y tobillos (ojo con los calcetines y medias que dejan marca al quitárnoslo).
  •  Evitar la posición de pie estática, y siempre que se pueda mantener las piernas levadas al sentarse, teniendo en cuenta que para que esta posición sea efectiva, los tobillos han de estar siempre por encima que las rodillas.

 

¿QUÉ TÉCNICA ELIGES?

 

El tratamiento de las venas varicosas es muy variando. Desde la esclerosis a la cirugía, pasando por técnicas de láser y combinadas, lo cierto es que las varices tienen un tratamiento eficaz y duradero si se elige técnica adecuada. El momento ideal para su tratamiento es el otoño/invierno.

 

→ La técnica más extendida y sencilla, no por ello menos eficaz, es la de la esclerosis.

 

Consiste en administrar una sustancia médica específica para que al introducirla en el interior de la vena, está se ocluya y desaparezca. Es una técnica sencilla y con pocas complicaciones. La molestia suele ser mínima, como mucho una sensación de escozor que suele desaparecer en las horas siguientes y no precisa ningún tratamiento posterior. Tras efectuar la esclerosis se colocan unos apósitos para proteger la zona trabajada de posible sobreinfección y además nos sirve para que la zona quede comprimida.

 

Esto último es fundamental para el resultado del tratamiento. Tras cada sesión el/la paciente debe de comprometerse a mantener esa compresión y usar medias especiales durante la menos los 4 días siguientes. Hacer un reposo deportivo y continuar con las medidas posturales correctas.

 

El número de sesiones depende fundamentalmente de la cantidad de lesiones que haya que tratar. Pudiendo oscilar entre 3-6 sesiones.

 

→ El tratamiento con láser para varices funciona enviando ráfagas muy fuertes de luz hacia la vena, lo que hace que la vena lentamente se desvanezca y desaparezca. Los láseres son muy directos y precisos y sólo dañan la zona a tratar. Todos los tipos de piel sean del color que sean, pueden ser tratados con seguridad con láser. La tecnología láser se considera eficaz y con pocos efectos secundarios. Puede haber algo de enrojecimiento o hinchazón de la piel justo después del tratamiento, pero esto desaparece en unos pocos días. La piel también puede adquirir cierto color, pero esto va a desapareciendo en solo una o dos semanas.

 

→ Cuando los tratamientos médicos son insuficientes o bien, tras la exploración y realización de una eco doppler se objetiva que el problema es más profundo, se aconseja consultar a un especialista en Cirugía vascular para valorar la técnica quirúrgica.

Dra. Ana Beltrán Pérez. Especialista en Medicina Estética. Antienvejecimiento y Nutrición

Instituto Zentro. Telfs.696 638 422 – 915 045 353

 


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