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La autoexploración no sustituye a las revisiones ginecológicas, ni a la realización de pruebas complementarias

El cáncer de mamas es una de las mayores preocupaciones de las mujeres, debido al alto número de casos que se producen anualmente. Un paso importante para la detección precoz de esta patología es la autoexploración mamaria. En este artículo, la ginecóloga Alicia Martín nos da las claves para realizarla correctamente.

Es una técnica sencilla, que realizada de manera rutinaria, nos ayuda a conocer nuestra propia mama, para así poder detectar cualquier cambio que se produzca en ella a lo largo de nuestra vida.

Esta rutina deberíamos incorporarla desde muy jóvenes, a partir de los 18 ó 20 años, y el momento más adecuado para realizarla es al finalizar la menstruación, para evitar encontrarnos con alteraciones propias del periodo premenstrual, como pequeños nódulos, inflamaciones e incluso dolor.

Durante el embarazo o la menopausia, se puede realizar la autoexploración mamaria en cualquier momento, siendo recomendable fijarse una fecha, para no olvidarnos de ello, por ejemplo la primera semana de cada mes.

Con la autoexploración mamaria, no se trata de ir buscando una patología concreta, sino de ir aprendiendo a conocer nuestro cuerpo, las características propias del tejido mamario, sus asimetrías, el color de la piel, o la forma de los pezones y areolas, tan variables de unas mujeres a otras, para poder ser capaces de detectar de una manera precoz cualquier problema que pueda surgir.

La autoexploración no sustituye a las revisiones ginecológicas, ni a la realización de pruebas complementarias como la mamografía o la eco de mama, entre otros motivos, porque no todas las lesiones mamarias son palpables, y algunas solo se descubren con técnicas diagnósticas de imagen, pero con la autoexploración colaboramos en muchas ocasiones a realizar un diagnóstico más precoz del cáncer de mama y otras patologías benignas.

TÉCNICA PARA LA AUTOEXPLORACIÓN MAMARIA

1º OBSERVACIÓN DE LAS MAMAS

Nos situamos de pie frente al espejo, con los brazos a lo largo del cuerpo, y observamos:

  • Forma y tamaño de las mamas
  • Forma y tamaño de los pezones y areolas
  • Contorno mamario y axilar
  • Simetría mamaria

Repetiremos esta exploración visual con los brazos levantados paralelos a la cabeza , con las manos en la nuca, y con las manos en la cintura, haciendo fuerza con los músculos pectorales, para marcar los límites de la glándula.

2º PALPACION  MAMARIA

La realizaremos en primer lugar de pie ante el espejo, donde estamos, y posteriormente lo repetiremos tumbadas boca arriba, levantando ligeramente el hombro con una  almohada.

Colocamos la mano del lado que vamos a explorar, detrás de la nuca, y con las yemas de los dedos de la otra mano, con tacto firme, vamos recorriendo toda la superficie mamaria, y axilar, para lo que debemos seguir un orden.

Por ejemplo, dividimos la mama en 4 cuadrantes, y empezando por el más cercano a la axila, recorremos los 4, realizando un círculo, y terminando en la axila.

Terminaremos con una leve presión sobre los pezones para descartar salida de algún tipo de líquido, y en caso de que así sea, ver color y textura y si es de uno o ambos lados.

CUÁNDO ACUDIR  AL GINECOLOGO

Siempre que detectemos

  • Nódulo mamario de nueva aparición o cambio en uno previo
  • Dolor agudo mantenido y localizado.
  • Enrojecimiento cutáneo.
  • Secreción por pezón.
  • Retracción del pezón o heridas en el mismo.
  • Lesiones cutáneas (manchas, pliegues, piel de naranja…)

Como norma general, EN CASO DE DUDA, HAY QUE CONSULTAR SIEMPRE AL ESPECILISTA.

 

Dra. Alicia Martín Sanz. Ginecóloga

Foto: Shutterstock

 


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