Cada vez somos más conscientes las mujeres de la importancia que tiene cuidar que nuestro suelo pélvico esté en condiciones óptimas. Bien por el embarazo o por una actividad física cuyo impacto provoque el debilitamiento de la zona. La especialista Isabel Lázaro nos explica qué afecta y cómo podemos solucionarlo.
Quieres saber si la actividad física es aconsejable para el suelo pélvico? Para empezar, te diré que el suelo pélvico es una región muscular cuya función principal es la estática de la pelvis. Quedando las vísceras (vejiga, útero y recto) bien posicionadas y elevadas, haciendo posible, de esta forma, la continencia urinaria y fecal. Además, permite que las relaciones sexuales sean satisfactorias.
Amortiguación ante impactos
Esta región, teniendo forma de bóveda, facilita una adecuada amortiguación ante esfuerzos o impactos, producidos por el movimiento normal de nuestro cuerpo. Ya sea deportivo o no.
Sin embargo, cuanto más exigente sea esta actividad, puede tener efectos negativos sobre nuestro suelo pélvico, debilitándolo, por lo que necesitamos valorar el nivel de fuerza o resistencia. Esto, claro está, en función del ejercicio que queramos realizar.
Hay ejercicios o actividades que, por el alto esfuerzo o aumento de presión intraabdominal, pueden producir un debilitamiento en el suelo pélvico. Un ejemplo son los deportes de impacto vertical (running, equitación, comba, boxeo…) o lateral, (tenis, pádel, fútbol) que, debido, además, a los cambios de dirección bruscos, provoca un esfuerzo extra en la musculatura. También hay que tener cuidado con las actividades, diversas, como la halterofilia o la práctica de instrumentos de viento.
Conoce tu suelo pélvico
La pregunta del millón sería, ¿Cómo sé si tengo el suelo pélvico debilitado? Sólo decir que la maternidad no es requisito indispensable para poseer un suelo pélvico debilitado. Hay muchos factores de riesgo, ajenos al embarazo y al parto, que claramente también afectan a la integridad de esta región.
La principal causa de la incontinencia de esfuerzo es una debilidad del suelo pélvico
Los factores de riesgo que afectan al suelo pélvico, además, del embarazo y el parto, son el estreñimiento crónico, la obesidad, la edad, la laxitud tisular, la menopausia, el sedentarismo, la tos crónica, el tabaquismo, los trabajos de carga o trabajos con largos periodos en bipedestación. También, como hemos dicho anteriormente, toda actividad que requiera, en exceso, el uso del aparato fonador y los deportes de impacto, antes mencionados.
Por ello, cuantos más factores de riesgo acumulemos, más fácilmente padeceremos de patología pélvica. Y es, por esta razón, que a veces no tenemos síntomas, pero una simple alergia o estornudo nos podrá provocar una fuga.
Ejercicio ante la debilidad
Por lo que, si ya has tenido alguna pérdida de orina al realizar algún ejercicio o esfuerzo, es importante que consultes con un especialista para que te oriente qué pautas seguir.
La mayoría de las veces, la causa de la incontinencia de esfuerzo es una debilidad del suelo pélvico. Ya que se trata de una situación de fuerzas opuestas. Una fuerza es la presión intraabdominal que realizaremos sobre nuestro suelo pélvico, y la otra la fuerza de cierre de los esfínteres.
Así que probablemente se tendrá que adaptar el ejercicio o la higiene postural, además de realizar unos ejercicios específicos de suelo pélvico. Que en el caso de la mujer serán muy importantes, ya que como hemos dicho, un factor de riesgo es la edad y la menopausia.
Isabel Lázaro. Fisioterapeuta y osteópata