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Muchos de nosotros, además de gestionar nuestra vuelta a la rutina laboral, tenemos que lidiar con el sentimiento de culpabilidad por tener que dejar a los bebés en la guardería o con cuidadores para poder ir a trabajar. Esta situación suele producir angustia y preocupación a los padres, acompañado del sentimiento de culpa. Nuestra realidad social y laboral nos obliga a asumir y gestionar este momento en nuestras vidas. Te proponemos 8 “tips” para que tomes nota.

1¡Todavía es verano! Ya que disfrutamos de un clima muy agradable, aprovéchalo. No renuncies a todo de golpe, las terrazas, playas, parques, helados, paseos, siguen estando disponibles en el menú esperando que decidas disfrutar de ellos. ¡Sigue disfrutando! No dejes aparcados los momentos especiales. Los días son largos e invitan a ser aprovechados al máximo, programa actividades compatibles con tu horario laboral y verás cómo te ayuda en este período de adaptación.

2¡Cuidado con el virus de la negatividad! Las emociones son muy contagiosas así que vigila la calidad de las conversaciones que te rodean en tu puesto de trabajo o tu entorno. Asegúrate que la emoción es tuya y no del vecino. Permanece alerta de las conversaciones tóxicas cargadas de negatividad y huye de ellas. Este tipo de conversaciones alimentan la angustia y van en contra de tu bienestar.

3 ¡No vayas de cero a 100 en 24 horas! Nuestro cuerpo y el de nuestros hijos necesita física y mentalmente una transición, no podemos pasar de desconexión total a asumir todas las obligaciones a la vez. Programa en tus últimos días de vacaciones un horario que vaya encaminado a instalar el horario de la rutina diaria. Y también intenta distribuir inmersión en la rutina y las obligaciones de forma progresiva, de tal forma que todos los cambios no se produzcan en 24 horas, porque los seres humanos por naturaleza rechazamos el cambio y ofrecemos resistencias. Haciendo la vuelta progresiva evitarás elevar el nivel de ansiedad.

4 ¡Pon el foco en las cosas buenas! La vuelta a la rutina también tiene alicientes positivos a tener en cuenta. Por ejemplo, es momento de reencuentros que generan ilusión y alegría, así que te proponemos que tomes la iniciativa para promover esos reencuentros y disfrutes de ellos.

5 ¡Pon a raya a tu Superwoman o a tu Superman! En tu primera semana retoma las cosas con tranquilidad. Analiza lo urgente y lo prioritario y empieza por las tareas fáciles que tengan solución rápida. Planifica tu agenda de las primeras semanas, incluso posponiendo compromisos laborales y decisiones importantes a la segunda semana de tu regreso.

6 ¡Olvídate de los estereotipos! Ni las vacaciones son el paraíso de felicidad eterna ni la vuelta al trabajo es el drama del año.

 

7 ¡Mímate! Septiembre es un mes en el que las ciudades se reactivan, se retoman actividades y hay mil cosas a nuestro alcance para darnos un capricho y terminar las semanas dándonos un premio.

8 ¡No confundas el síndrome postvacacional con la frustración de volver a la rutina! Cuando tu trabajo no llega a cumplir tus expectativas utilizas las vacaciones como vía de escape y los fines de semanas como válvulas de oxígeno para llegar a ellas. Las vacaciones no son la solución a tu frustración, los días de descanso son ideales para reflexionar y coger fuerzas para tomar decisiones, hacer cambios y crear circunstancias diferentes. Si este es tu caso, no te quedes de brazos cruzados y diseña un plan que te permita hacer ese cambio en tu vida.

Montse Solana Vidal– Coach Personal. Sesiones Online – Primera sesión GRATUITA. Tlf. 687 890 321 – info@coachingparamejorar.es –


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