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La mayoría de las mujeres en su rutina diaria del cuidado de la piel se olvidan del escote.

Una simple crema hidratante a la salida del baño y ya está. Tienes que prestar un poco más de atención a esa parte de tu cuerpo si quieres tener un escote perfecto.

La piel del cuello y del escote es la que suele mostrar los signos del paso del tiempo antes que el rostro. Es que es muy fina y delicada, no presenta un buen sostén muscular y, por si fuera poco, es pobre en glándulas sebáceas. El hecho de que sea muy fina provoca que se deshidrate con rapidez.

La pérdida de humedad de la zona y la falta de células que producen la melaminina, para protegerla de los rayos solares, hacen que puedan aparecer manchas o enrojecimientos. Si no quieres ver envejecer prematuramente tu cuello y tu escote, no lo dejes para mañana, empieza a cuidar la zona como haces con tu rostro, así mostrará un aspecto terso, hidratado y joven.

Puedes empezar a crear esta nueva rutina cuando te duches; lo mejor es que utilices la ducha a presión como un masajeador, utilizando agua fría y caliente alternativamente, así conseguirás una piel más tersa. También puedes utilizar una esponja suave y dar masajes circulares en la zona con ella en la zona del escote y de abajo  a arriba en la zona del cuello.

En cuanto a las cremas que puedes utilizar, son las mismas que para la cara. Una loción limpiadora sin alcohol todos los días, y la crema de día y de noche, aplicada con suavidad como hemos hecho en la ducha con la esponja. Puedes también aplicar una mascarilla semanalmente.

La cosmética evoluciona muy rápidamente y en el mercado existen productos específicos para el cuidado de tu cuello y escote. Perfectos para darle a tu piel ese aspecto que tanto te gusta de tersura y juventud.

Y de cara al verano, mucho cuidado con las exposiciones al sol. Utiliza una crema bronceadora con un índice de protección alto. Es la mejor solución para evitar problemas.

Bebé y mujer

 


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