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A partir de esta edad el niño tiene cada vez más capacidad de movimiento y quiere conocer y tocar todo lo que le rodea. Esto entraña ciertos riesgos aunque es un proceso necesario para su aprendizaje. Conviene retirar de su alcance los objetos peligrosos o que pueda romper, tanto por su propia seguridad como para no tener que estar prohibiéndole cosas continuamente. Los niños tienen que mancharse, jugar con agua, barro, etc. por lo que su limpieza ha de pasar en ocasiones a un segundo plano. Los niños también intentan hacer las cosas sin ayuda (comer, subir escaleras, etc.), a pesar de que todavía no saben hacerlo. Aunque al principio fallarán, se mancharán o se caerán, ésa es la única forma de aprender y ganar confianza en si  mismos.

Es importante que puedan jugar al aire libre y en espacios abiertos donde realizar ejercicio físico. La presencia de otros niños les sirve de estímulo aunque todavía no comparten sus juguetes ni entienden las regias de los juegos. Si no tiene hermanos, primos o amigos para jugar en el vecindario le convendrá asistir unas horas a la guardería.

No le compre juguetes complicados que no sea capaz de manejar ya que a esta edad es normal que quieran ver qué tienen dentro y los rompan. Ofrézcale pelotas, cubos, arrastres, plastilina, lápices…

Es la edad del  el niño quiere afirmar sus deseos y preferencias frente a las órdenes de los mayores. Es su forma de decir no siempre quiero lo que tú quiere pero se le olvida fácilmente y en cuanto se le distrae acaba haciendo lo que se le pedía.

Lo que está permitido o no, debe estar claro y no cambiar dependiendo del humor de los padres. Hay que poner límites. Si hace algo que no es correcto, se le debe prohibir o retirar, haciéndote el menor caso posible; lo que más le molesta no es que le regañen sino que le ignoren; si se le presta mucha atención cuando hace algo mal (aunque sea para regañarle), lo repetirá para así tener a todo el mundo pendiente de él. Por el contrario, cuando hace algo bien, hay que felicitarle y alabarle. Si coge una rabieta y con ello iowa lo que se le estaba negando, aprenderá que esa es la forma de  conseguir las cosas; es mejor tranquilizarlo y consolarlo, pero sin ceder en lo que se le había negado.

 

Fuente: Policlinica Longares


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