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Si quieres estar guapa y no te seduce nada pasar por el quirófano, tienes a tu disposición un amplio número de tratamientos que te pueden proporcionar el objetivo deseado. Como en otro de sus artículos la doctora Ana Beltran te comentaba, ya no es necesario pasar por una cirugía, siempre más agresiva. Ahora existen algunas de las técnicas muy novedosas y que se aplican en la actualidad para conseguir que los años pasen más lentamente por tu piel. 

 

Quien más y quien menos tiene arrugas en la frente (de sorprendernos con nuestros pequeños), en el entrecejo (de tanto regañarles) y como no, en las patas de gallo (de tanto reírnos con ellos)… Estamos de enhorabuena, tenemos el tratamiento ideal para que esas arrugas desaparezcan durante meses… Estamos en la era de la Toxina botulínica o «Botox», un producto seguro, fácil de aplicar y de resultados en pocos días y duraderos. Con este tratamiento te librarás de estas arrugas por lo menos durante una temporada. La toxina botulinica se trata de una proteína que es exactamente igual que la Acetilcolina (la que de forma natural provoca la contracción muscular), de manera que al aplicarla en la zona donde se quieren atenuar las arrugas, ésta proteína «artificial» ocupa el lugar de la «natural», evitando, por tanto, que se produzca la contracción muscular. El tiempo que tarda el organismo en degradar la toxina es la duración del tratamiento, que se estima entre 4 y 6 meses, después del cual, se puede repetir su administración. El médico realiza una completa historia clínica a cada paciente para determinar si es apto o no para esta administración.

 

Para aquellas que empiezan a notarse cansadas, que tienen la sensación de tener la cara caída, y se empiezan a marcar esos surcos cerca de la nariz que llegan hasta el labio superior (surco nasogeniano), o incluso continúan por el lateral de la boca hacia el cuello (líneas de marioneta), tenemos opciones de tratamiento como son el ácido hialurónico o la hidroxiapatita cálcica, ambos son infiltraciones no dolorosas que se realizan siempre por un médico y no precisan dejar de ir a trabajar ni de hacer las actividades cotidianas. Los resultados son naturales y satisfactorios en seguida, y la duración de los efectos puede ser de hasta 18 meses.

Ambos productos son completamente compatibles con el organismo, raramente pueden producir reacciones anormales y son técnicas prácticamente carentes de efectos secundarios, salvó algún hematoma que pueda producirse al ser inyectables, aunque normalmente es pequeño y fácilmente disimulable.

 

Otro tema que nos tiene preocupadas a partir de cierta edad es la flaccidez facial, que también podemos combatir con tratamientos como los Hilos, que producen tensión, y activan la síntesis de colágeno y elastina, atacando la flaccidez de lleno. Los hilos son de un material bio compatible llamado Polidioxanona o PDO (parecido a los hilos de sutura médica que usan los cirujanos en sus intervenciones), material que es temporal y reabsorbibles en un plazo corto de tiempo, manteniendo el efecto de tensión buscado.

Acompañando a los Hilos y como tratamiento complementario a la flaccidez hablaremos, como no, de la Radiofrecuencia, que consiste en aplicar calor intenso en la superficie cutánea mediante un cabezal, en una agradable sesión de 30 minutos de duración, para conseguir una temperatura óptima máxima en la dermis a partir de la cual los fibroblastos se activen y generen colágeno y elastina, se recomienda repetir la sesión al mes durante varios meses seguidos para lograr resultados adecuados y suele requerir un cómodo mantenimiento.

 

Ahora bien, no nos debemos de olvidar de nuestra piel, hemos tratado las arrugas de expresión, hemos corregido los surcos e incluso tratado la caída y flaccidez facial, pero no podemos pasar por alto que nuestra piel en la mayoría de los casos va a necesitar rejuvenecerse también mediante la inyección de vitaminas y factores de crecimiento para dar hidratación, luminosidad, turgencia y nutrición a la misma, todo ello lo podemos conseguir mediante la Mesoterapia Facial con vitaminas o el PRP (Plasma Rico en Plaquetas). Ambas técnicas se aplican mediante microinyecciones en la superficie facial, con aguja fina y normalmente previa aplicación de una crema anestésica para minimizar las molestias. En el caso de las vitaminas se inyecta un cóctel o mezcla preestablecida (ampollas) aunque se pueden mezclar varios principios activos, mientras que en caso de la bioestimulacion se extrae sangre del propio paciente y tras centrifugarla, se separa el plasma, se activa y se inyecta donde sea necesario. Se suele terminar el tratamiento con un agradable masaje antiinflamatorio o con la aplicación de una mascarilla.

Dra. Ana Beltrán. Especialista en Medicina Estética. www.institutozentro.es 

Foto: Shutterstock

 


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