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Esta es una de esas recetas de urgencia que siempre quedan bien. Un solomillo de cerdo que siempre tengo congelado. Un resto de mostaza, un poco de miel y algún hierbajo. Resultado: una carne jugosa y sabrosísima de chuparse los dedos.
Y si de acompañamiento añadimos unas patatas panadera sencillas, tenemos un plato redondo con el que sorprender a ese invitado sorpresa que se presenta en casa de repente.
El solomillo es la pieza que más me gusta del cerdo. Hasta ahora casi siempre lo preparaba a la parrilla, con o sin salsa. Al horno le tenía miedo, un par de veces que lo había intentado había quedado muy pasado y seco. Pero después de estudiar un poco, todo se aprende en esta vida y hoy lo he intentado otra vez. Y creo que para Gordon Ramsay pasaría la prueba, ¡ha quedado fantástico!


Ingredientes (para 2 o 3 personas):

– 1 solomillo de cerdo (grandecito)
– 2 cucharadas de mostaza a l’Ancienne de Dijon
– 1 cucharada de miel
– 2 dientes de ajo
– 1 cucharadita de sal
– Romero (mejor fresco)
– Tomillo
– 2 cucharadas de aceite de oliva

(para las patatas)

– 3 patatas pequeñas o 2 grandes
– 1 cebolla
– 1 vasito de vino blanco
– 1 hoja de laurel
– 2 o 3 dientes de ajo
– Orégano y sal
– Aceite de oliva

Preparación:
Primero preparar las patatas, pues tardarán cerca de una hora en cocinarse.
Cortar la cebolla en juliana. Lavar y cortar las patatas en rodajas de 3mm de grosor. Pintar una bandeja para horno con aceite de oliva o engrasar con un poco de mantequilla (para que no se peguen), poner en el fondo la cebolla, y después las rodajas de patata bien esparcidas. Añadir los ajos aplastados con el canto del cuchillo y la hoja de laurel. Regar con el vino y un buen chorro de aceite de oliva, espolvorear con sal y orégano. Si queremos que queden más jugosas tapar con un trozo de papel de hornear recortado al tamaño de la fuente utilizada.

 

Meter al horno a 200º alrededor de una hora o hasta que las patatas comiencen a dorar y estén tiernas.

Mientras, preparar el solomillo. Limpiarlo de toda la grasa sobrante y trozos que no pertenecen a la pieza (los de Mercadona vienen muy mal preparados).

 

En un mortero, machacar los ajos con las especias y la sal hasta obtener una pasta homogénea.

Añadir la mostaza, la miel y el aceite y mezclar bien.

Embadurnar completamente el solomillo con esta pasta, sobretodo por encima.

 

Un solomillo pequeño tardará unos 20 minutos a 225º en estar perfecto, rosita y jugoso por dentro. Un par de minutos más y quedará pasado y seco. Tener cuidado. Mi solomillo era hermoso y lo he tenido unos 24 minutos. Por el centro está perfecto, pero los extremos se me han pasado un poco. Probablemente con 22 minutos hubiera sido más que suficiente.
Por eso calcular con las patatas. Yo he sacado las patatas (y las he dejado tapadas con papel de aluminio) cuando he metido el solomillo y cuando faltaban un par de minutos (me lo he cronometrado para que no se me pasar por nada del mundo!) las he vuelto a meter en la ranura de arriba para darles un golpe de calor con el grill. Así se saca todo caliente a la vez del horno.
Servir el solomillo cortado en medallones sobre una cama de patatas y cebolla.

 

 

Sara Astor Díaz

http://lacocinadeloselfos.blogspot.com.es/

 

 


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