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Se habla mucho de tener hijos a la carta, seleccionar aquel sexo que más cuadra a nuestros deseos. Pero ¿se puede preseleccionar el sexo del bebé de forma natural? Eva Corujo, especialista en fertilidad, te explica cómo.

Durante años muchos científicos han lanzado hipótesis y estudios sobre los diversos factores que parece que pueden intervenir en la probabilidad mayor o menor de uno u otro sexo. Principalmente son tres los factores que pueden afectar a esa probabilidad. Veamos cada uno de ellos:

EL FACTOR MASCULINO

 

Sabemos que la carga genética del espermatozoide que fecunda determina el sexo del bebé.

En los años 60 el doctor Landrum Shettles, biólogo americano, desarrolló una hipótesis basada en que el tiempo que dista el momento de la relación sexual y el momento de la fecundación puede estar muy relacionado con la probabilidad mayor de uno u otro sexo:

  • El espermatozoide con carga X (el que dará lugar a una niña) es más grande y más resistente, pero se mueve más despacio.
  • El espermatozoide con carga Y (el que dará lugar a un niño) es más pequeño y débil, pero se mueve con más rapidez.
  • EL FACTOR FEMENINO

 

Sumado a lo anterior, será clave el momento de la ovulación:

  • Si la relación sexual tiene lugar en días previos a la ovulación, al menos tres días antes, sobreviven mejor y más tiempo los espermatozoides X, y los que llevan la carga masculina Y mueren antes. En este caso será más probable tener una niña.
  • Si la relación sexual tiene lugar en el día de antes de la ovulación, en el mismo día o al siguiente, se favorece el ascenso a las trompas de los espermatozoides con carga Y. Éstos, además, viven mejor en un medio muy alcalino, como lo es la secreción cervical de alrededor del día de la ovulación. En este caso será más probable tener un niño.

La hipótesis de Shettles tiene un 70-90% de éxito a la hora de elegir sexo del bebé. Por otro lado, en el año 2011 en Nigeria, se realizó un estudio sobre la preselección del sexo utilizando el conocimiento de los ciclos de la mujer, sus fases fértiles e infértiles, con el Método de la Ovulación Billings. El objetivo de este estudio era probar la hipótesis de que el sexo se puede preseleccionar con alta probabilidad según el momento del coito y la distancia de éste al día Pico del Método Billings (día más probable de la ovulación). Se tomaron 99 matrimonios, teniendo en cuenta que las relaciones del día pico y día postpico darían lugar más probablemente a un varón, y las relaciones en días prepico (al menos 2-3 días antes de la ovulación para mujeres). 94 de los matrimonios tuvieron el hijo del sexo esperado, lo que indica un 94,9% de éxito. Este estudio indica que cuando la mujer conoce bien su ciclo y sabe determinar su ventana de fertilidad, el sexo del hijo puede ser predecido con un alto grado de éxito.

FACTOR ALIMENTICIO 

 

 

Numerosos científicos, entre ellos B. Seguy, estudiaron la influencia de los minerales de la dieta de la madre y el sexo del bebé en humanos, después de que en los años 40 se sospechara de este factor observando a los animales.

La pauta seguida para favorecer niño o niña que describe, en general, es la siguiente, siendo conveniente que la madre siga un régimen estricto durante seis semanas, por lo menos, antes de la fecundación:

Para los varones:

  • Salar al máximo las comidas
  • Alimentos recomendados: carnes y pescados, judías blancas, lentejas, patatas, espinacas, champiñones, plátanos, dátiles, melocotones, albaricoques, ciruelas, cerezas. En general, una dieta rica en Potasio.
  • Alimentos no recomendados: todas las aguas minerales, legumbres verdes y ensaladas, huevos y lácteos, almendras y nueces.

Para las niñas:

  • Un régimen sin sal
  • Alimentos recomendados: huevos, leche y derivados (excepto los quesos salados), quesos blancos, yogur natural, carnes a la plancha, legumbres verdes, ensaladas, zanahorias, tomates, arroz, almendras, nueces, manzanas, peras, fresas, mandarinas. En general, una dieta rica en Calcio.
  • Alimentos no recomendados: pan, marisco, conservas, charcutería, chocolate, café, té, jugos de frutas, aguas minerales, bebidas gaseosas, judías blancas, lentejas, espinacas, champiñones, plátanos, dátiles, melocotones, albaricoques, ciruelas, cerezas.

Método Baretta

Por otro lado, el Método Baretta, creado por la bioquímica argentina Adriana Baretta tras décadas de estudio, concluye que las secreciones femeninas son un filtro natural para los espermatozoides, y que existen en esas secreciones contenidos en ciertos minerales (sodio, potasio, calcio y magnesio) de la dieta femenina a través de los cuales influye el sexo del bebé.

La efectividad de este método se basa en calcular matemáticamente la dieta de forma muy personalizada para cada mujer, suprimiendo o agregando alimentos, siendo el porcentaje de éxito práctico el 90% en la preselección del sexo del bebé.

Eva Corujo

Farmacéutica experta en Conocimiento de la Fertilidad

 

 


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