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Cuando hablamos de fertilidad lo hacemos refiriéndonos a la de la pareja, al conjunto de factores, tanto del hombre como de la mujer, de los que depende el éxito o no de la fertilidad.

En ocasiones surgen problemas a la hora de tener hijos. Normalmente, se comienza a sospechar que puede existir un problema de infertilidad cuando la pareja ha tratado de conseguir un embarazo durante al menos un año sin éxito. Muchos expertos recomiendan analizar y buscar las causas antes de que pase el año, para ver de dónde viene el problema y tratar de solucionarlo lo antes posible.

La infertilidad significa que la mujer no puede concebir, pudiendo deberse a problemas en el hombre, en la mujer, o en ambos.

La probabilidad de embarazo en una pareja sana y menor de 30 años que tenga relaciones sin utilizar ningún anticonceptivo, es de aproximadamente 25% a 30% en cada ciclo menstrual. Una mujer alcanza su mayor fertilidad entre los 15 y los 25 años.

La probabilidad de embarazo disminuye a partir de los 35 años y especialmente después de los 40. El declive de la fertilidad puede variar de una mujer a otra.

En este artículo queremos explicar cuáles son los aspectos fisiológicos imprescindibles y los factores clave más comunes que afectan a la fertilidad, tanto en el hombre como en la mujer.

Mantener una dieta, un peso y un estilo de vida saludables puede aumentar las probabilidades de gestación

Los cinco requisitos de la fertilidad

 Para que exista una fertilidad sana, se tienen que cumplir cinco requisitos al mismo tiempo. Cada uno de ellos es imprescindible para que exista fertilidad. Estos requisitos son:

  1. La Ovulación: sin óvulo es imposible que haya fecundación y por lo tanto embarazo. Es necesario que los ovarios sean capaces de producir un óvulo maduro cada ciclo menstrual, y para que se produzca una correcta ovulación debe haber unos niveles hormonales adecuados.

Hay muchas maneras de poder detectar que se produce la ovulación: mediante ecografía en consulta ginecológica, utilizando los indicadores biológicos de fertilidad de los métodos naturales o un simple test de ovulación.

2 Un Cérvix sano que responda a las señales hormonales y produzca los diferentes tipos de secreción cervical. Es fundamental que se produzca secreción fértil, porque es la encargada de hacer una selección natural de los mejores espermatozoides, de facilitar su transporte y de nutrirlos.

La secreción cervical es uno de los mejores indicadores de fertilidad reconocible por la mujer cada día, ya que cambia de aspecto, composición y cantidad según los estímulos hormonales a lo largo del ciclo.

3 Un Esperma saludable, con cantidad y movilidad suficiente de espermatozoides sanos. Tendemos a pensar que si el embarazo no llega es porque existe un problema en la mujer, sin embargo en prácticamente la mitad de los casos de infertilidad el problema puede venir del hombre.

4 Unas Trompas de Falopio sanas, ya que es en ellas donde tiene lugar el milagro de la vida. Deben de ser permeables y tener una movilidad adecuada para la entrada de los espermatozoides hacia el óvulo, y para el desplazamiento del embrión formado en su camino hacia el útero, donde se implantará. El recorrido desde la fecundación hasta la implantación tarda aproximadamente una semana.

5 Un Endometrio sano, que responda adecuadamente a las variaciones hormonales y permita que el embrión (de una semana de vida) se implante adecuadamente y sobreviva una vez implantado.

El endometrio es la mucosa que recubre el interior del útero y que a lo largo del ciclo menstrual se prepara para permitir la anidación del embrión. Cuando el endometrio es insuficiente el embrión, que en sus inicios necesita un soporte, muere sin que la mujer se de cuenta de ello.

Cuando existe sospecha de infertilidad, la pareja debe acudir al médico para determinar las causas

 

¿Qué hacer cuando el embarazo no llega?

La infertilidad femenina puede deberse a diferentes causas, por ejemplo:

  • La edad: el primer aspecto a considerar. La mejor etapa de la fertilidad está entre los 15 y los 25 años. Debido especialmente al tema profesional, pero también al fácil acceso de anticoncepción desde mitad del siglo XX, en los últimos años se ha ido retrasando la edad de la maternidad, para posponerla a partir de los 30 años. El retraso en la maternidad a edad avanzada supone un problema porque la reserva ovárica comienza a disminuir, normalmente a partir de los 30 años. Además,el cuerpo envejece y es más fácil que se presente algún problema.
  • Enfermedades como la endometriosis, la diabetes, el cáncer, la enfermedad inflamatoria pélvica o los trastornos autoinmunes.
  • Situaciones especiales que provocan desequilibrios hormonales y alteran los ciclos menstruales produciendo irregularidades en ellos: Hipotiroidismo, Ovarios poliquísticos y Síndrome de ovario poliquístico (SOPQ), Miomas o pólipos.

Se recomienda realizar pruebas diagnósticas, algunas de ellas y las más usuales son:

  • Analíticas hormonales de Estrógeno y Progesterona, FSH, Prolactina y Tiroides, entre otras. También de la Tiroides.
  • Hormona Antimulleriana para determinar la reserva ovárica.
  • Histerosalpingografía para ver la funcionalidad de las trompas.
  • Ecografía de la pelvis y Laparoscopia.

También es muy aconsejable, como primer paso antes de realizar pruebas, o al mismo tiempo, que la mujer aprenda a monitorizar sus ciclos utilizando indicadores de fertilidad naturales. Esto ayuda a reconocer cómo son sus ciclos menstruales (regulares o irrregulares) y detectar posibles patologías.

La infertilidad masculina se debe normalmente a una disminución de la cantidad de espermatozoides, a defectos morfológicos de éstos, o a algún bloqueo que impida que sean liberados. Hay numerosas causas, entre ellas:

  • Una exposición prolongada a mucho calor. Los espermatozoides necesitan una temperatura más baja que la del resto del cuerpo para que se formen adecuadamente. Por ello los testículos, donde se producen los espermatozoides, se encuentran separados del resto del cuerpo.
  • Desequilibrios hormonales que alteran la producción de las hormonas sexuales, encargadas de producir espermatozoides.
  • La edad avanzada puede provocar que la calidad espermática disminuya.
  • Varicocele: es una hinchazón en las venas dentro del escroto de los testículos, que impide que la sangre circule adecuadamente y por lo tanto puede dificultar la correcta producción espermática. Es un problema relativamente común.

Para diagnosticar y descartar problemas por parte del hombre, se realizan generalmente las siguientes pruebas:

  • Analíticas hormonales.
  • Seminograma o análisis del semen.
  • Examen de los testículos y del pene para descartar por ejemplo varicocele.

La probabilidad de embarazo disminuye a partir de los 35 años y especialmente después de los 40

Factores que afectan a la fertilidad

Hay muchos aspectos que interfieren positiva o negativamente en nuestra fertilidad, y es importante saber cuáles son. Pueden afectar en mayor o menor medida, y siempre se podrá tratar de prevenir o mejorarlos:

  • La alimentación: cada vez salen más estudios que confirman la relación entre el estilo alimentario y nuestras funciones vitales, entre ellas la reproductiva. La dieta es uno de los hábitos que más afectan a la fertilidad, pero de los más fáciles de mejorar. Se aconseja buscar siempre una dieta equilibrada, que ayudará al equilibrio y desarrollo de los ciclos de la mujer, así como de la capacidad del hombre.
  • Ejercicio físico: una vida sana pasa por la actividad física sana, por eso es un aspecto a considerar. No es aconsejable el deporte en exceso, especialmente en la mujer, ya que puede anular su capacidad reproductiva. Hay mujeres que, ante un ejercicio excesivo constante en el tiempo, dejan de ovular temporalmente. Tampoco es bueno un estilo de vida sedentario porque favorece el sobrepeso. Sabemos que la obesidad afecta negativamente a la capacidad reproductiva. Lo más adecuado siempre es el ejercicio moderado.
  • Estrés: nos encontramos en una sociedad con prisas. Vivir en un ajetreo diario supone en muchas ocasiones la aparición del estrés, que puede convertirse en una situación crónica. El estrés bloquea fisiológicamente el sistema reproductor impidiendo que funcione correctamente. Es un factor que afecta tanto a hombres como a mujeres.
  • Alcohol: está estudiado que el consumo excesivo de alcohol repercute negativamente en la fertilidad, tanto en hombres al empeorar la calidad espermática, como en mujeres.
  • Tabaco: fumar perjudica la fertilidad de hombres y de mujeres. Cuanto mayor es el número de cigarros consumidos, más puede tardar en quedarse embarazada la mujer porque afecta negativamente a su aparato reproductor, igual que en el hombre, que reduce su calidad espermática.
  • Drogas: el consumo compulsivo de marihuana y cocaína provoca efectos nocivos en la fertilidad tanto del hombre como de la mujer.

Eva Corujo Martín. Farmacéutica, experta en Métodos de Conocimiento de la Fertilidad. Cursos de Aprendizaje presenciales y online


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