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¿Te gusta salir con tu peque de fin de semana?  Pues necesitas estar preparada para cualquier ocasión. Vayamos donde vayamos, es recomendable llevar un botiquín para pequeñas urgencias: cortes, picaduras de insecto, golpes, o quemaduras solares, que aún hace muy buen tiempo, entre otras cosas. Son las urgencias menores más habituales con las que nos podemos encontrar y debemos saber cómo actuar rápidamente.

Cada vez más, las mamás escogemos opciones naturales para cuidar y tratar a nuestros hijos, y por supuesto existen productos y plantas que nos ayudan a evitar fármacos como primera opción cuando no es necesario.

El Ministerio de Sanidad propone un Botiquín de viaje, algunos elementos de éste son imprescindibles: esparadrapo, gasas o tijeras, por ejemplo, pero otros productos tienen su «equivalente» en el mundo de la Fitoterapia, con menos efectos secundarios y más rango de seguridad.

No hay que temer a las plantas, sino hacer un uso con conocimiento de ellas. Para ello, al igual que es necesario un profesional sanitario para prescribir y recomendar medicamentos, existe la figura del Fitoterapeuta para las plantas con efectos medicinales.

La naturaleza nos proporciona recursos para tratar muchas patologías y urgencias leves o moderadas, aprender a usarlas forman parte de la educación que debemos darles a los más pequeños de la casa.

BOTIQUÍN NATURAL DE VIAJE

Stick de Árnica. La flor de Árnica se usa como analgésico y antiinflamatorio y su acción terapéutica es reconocida en el mundo sanitario desde hace unos años. Es muy fácil de usar, pues podemos comprarla en stick. Estos ocupan poco espacio pues son un poco mayor que una barra de labios. Para viajes más largos se puede comprar en modo gel, siendo una opción perfecta para contracturas musculares.

Además, podemos usarla para picaduras de insecto, reduciendo el dolor y la inflamación. Seguro que este uso no lo conocías.

Cuándo usar Árnica: todo golpe, torcedura, magulladura o contractura muscular que no tenga herida abierta.

Gel de Aloe Vera. La planta del Aloe Vera tiene unas posibilidades terapéuticas enormes, pero para quemaduras tiene un efecto rápido y eficaz si sabemos cómo usarlo. Y este es el uso principal que se le dará en un Botiquín infantil:

  • Para quemaduras solares. Lo ideal es prevenirlas, pero una vez vemos la zona enrojecida del niño, aplicar varias veces una capa generosa. Se absorbe muy rápido, por lo que habrá que estar pendiente e ir repitiendo según su dolor hasta que desaparezca.
  • Para quemaduras en general. La actitud ante una quemadura es: analgesia e hidratación, y esto nos lo proporciona el agua. Una acción rápida puede evitar que la quemadura vaya a más.

Pasos:

1.Lo primero que se debe hacer es echar agua, agua, agua y mejor fría. El frío actuará como analgésico. Poner bajo el grifo la zona quemada es lo ideal, pero si estamos de excursión dónde no hay agua corriente debemos coger el agua embotellada que tengamos y despacio derramar sobre la piel.

  1. Como el agua es limitada, colocar gasas estériles encima, así éstas se irán empapando.
  2. Impregnar de forma muy generosa unas gasas con el Gel de Aloe Vera y cuando no tengamos más agua, las colocaremos sobre la quemadura.

De esta forma podemos evitar que la quemadura vaya a más.

Aceite de Hipérico. El Hipérico se usa para desinfectar heridas, arañazos, rozaduras de zapatos, etc. Mi propuesta para el Botiquín de viaje, es que te hagas tu propio aceite de hipérico, pues es muy fácil, y los niños pueden colaborar en su fabricación.

Cómo hacer tu propio aceite medicinal de Hipérico.

Ingredientes:

  • Un tarro de cristal
  • Aceite de Oliva Virgen extra
  • Flores secas de Hipérico
  • Gasas o malla
  • Gotero

En un tarrito pequeño de cristal añade todas las flores secas que puedas meter sin comprimirlas mucho.

Luego cúbrelas con el aceite de oliva virgen extra y cierra bien el frasco.

Guárdalo en un lugar donde no le de la luz directa, unos cuarenta días, o hasta que el aceite se vuelva rojo.

Cuélalo con unas gasas, y mételo en un gotero opaco. No te olvides marcar el gotero con lo que contiene y la fecha de caducidad, un año aproximadamente.

Cómo se usa: aplicar en la zona, una vez limpia. Si es necesario echar en una gasa y cubrir con ella la zona.

Pilar Rodríguez Guerrero. Enfermera Naturópata, Asesora de Lactancia y Doula.

Fotos: Autora y Shutterstock

 


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