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En el cole me dejan notas los profesores por mal comportamiento, le castigan con frecuencia, los profesores le cogen manía, repite curso, se entretiene en clase, no presta atención… todas estas expresiones son recurrentes en los padres con niños con posibilidad de padecer TDHA.


¿Dónde está la verdad? Hay tres síntomas básicos a reconocer: falta de atención, impulsividad e hiperactividad. Hay distintos grados de intensidad y no siempre se dan los tres síntomas. No todo va al mismo saco, cualquier cosa se tiende a meter en este concepto. Los niños son niños y juegan, desobedecen, llaman la atención, algunos no oyen lo que no quieren oír, etc…

Es muy importante saber distinguir entre lo normal y lo patológico, que precisa control de neurología, psiquiatría o psicología. Siempre se debe comparar con la media de los niños de su edad.
Es una patología que ha existido siempre, es muy frecuente. Se detecta antes de los 10 u 11 años, y afecta tanto al ambiente escolar, familiar y social. Crea un alto grado de deterioro de la calidad de vida del niño y la familia.
Atentos a los síntomas

Hay que estar alerta a los síntomas, algunos de ellos se reconocen fácilmente. El niño llama la atención, se mueve cuando no debe moverse, le es muy complicado estar en reposo, constantemente llama la atención, no para de hablar, hace ruido en actividades que necesitan relajación y tranquilidad. Se le ve que se sale de lo que hace el grupo, tiene dificultad para relajarse, empieza actividades varias y no es capaz de terminar ninguna… es muy inconstante.

En niños pequeños no es fácil de reconocer, pues es habitual que a edades tempranas el pequeño realice una serie de actividades, que a veces nos parezcan muy extrañas, pero hay que saber que es uno de los principales motivos de consulta en pediatría.

Cuanto más rápido se conozca el diagnóstico y se inicie el tratamiento, mejores resultados

Niños impulsivos

Los niños impulsivos no se reconocen fácilmente, son impacientes, interrumpen las actividades creando dificultades al grupo, que posteriormente tratan de excluirlo de sus juegos, lo toquetea todo, tienen dificultad para esperar su turno, discute con los padres y los demás niños. Constantemente genera o se ve envuelto en situaciones conflictivas, sobre todo cuando va siendo mayor.
Este tipo de síndrome se da en torno al 7% de los niños en edad escolar. Los síntomas cambian según la edad, según sexo, así como las presentaciones.
El tipo de tdha más frecuente es el combinado en ambos sexos, los niños son más hiperactivos e impulsivos, hay factores genéticos y ambientales, que a más patologías asociadas más gravedad.  A más rápida detección e inició del tratamiento farmacológico más rápida y eficaz respuesta, el cerebro responderá antes. Y así la estimulación del aprendizaje y la respuesta multidisciplinar, medico, psicólogo, colegio, familia, etc.… más rápida, influirá muy decisivamente en la reinserción social del paciente.

Controlar el proceso madurativo

Hay una alteración en las áreas cerebrales que controlan el proceso madurativo, y se produce una alteración en el metabolismo de los neurotransmisores (adrenalina y dopamina), lo que provoca los distintos síntomas asociados en sus distintos grados de intensidad.
Estos síntomas no son otros que problemas de concentración, dificultad para mantenerla. Problemas para estar quieto, mantener silencio, sigue haciendo movimientos aún sentado, y a veces dormido.  No piensan lo que dicen, son impacientes, no entienden de normas, provoca con el tiempo inquietud, nervios, aislamiento social. Problemas de autoestima.

En niños pequeños es muy difícil de reconocer si padece TDHA, pero es motivo de consulta frecuente al pediatra 

Acude a tu pediatra

Es muy importante controlar la impulsividad, pues puede acabar con aislamiento social grave, y conductas antisociales. En ocasiones se asocia a otras patologías que agravan el problema. El diagnóstico es clínico, y depende principalmente de la alarma de los padres, el consultarlo con su pediatra, la experiencia de este, con entrevista familiar, informes escolares, y valoración neurológica.
Se le realizarán pruebas con test de valoración atención, capacidad cognitiva, sueño, etc… El tratamiento es individual, cada paciente tiene un perfil y un tratamiento, farmacológico y psicopedagógico, se consiguen estimular los neurotransmisores y por tanto corregir la maduración cerebral.  Van desde omega 3, a estimulantes. Es tratamiento de primera elección que se utiliza por un tiempo variable, no es de por vida.

¿Reconoces estos síntomas?

Entre otros, podemos reconocer los siguientes síntomas en niños que presenta tdha:

  • No presta atención a detalles.
  • Dificultad para mantener la atención durante más de un instante.
  • Le cuesta atender, escuchar y ejecutar órdenes.
  • No finaliza tareas.
  • Mucho descontrol y totalmente desorganizado.
  • Olvida tareas.
  • Pierde objetos
  • No recuerda hechos.
  • Se distrae fácilmente.
  • No atiende el cuidado personal.
  • Cuando juega a actividades que precisan atención excesiva las abandona.
  • No sigue las normas de los juegos.

Dr. Francisco Pozo Priego. Director Médico Policlínica Longares. 

 


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