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El bebé recién nacido humano es la cría más indefensa e inmadura de todas las especies animales. Los bebés cuando nacen son incapaces de vivir de forma autónoma y dependen por completo del calor, el alimento, la protección y el amor de los padres, necesitan que les cubramos todas las necesidades básicas.

Un recién nacido nace con la capacidad innata de desarrollarse, todo lo que debemos hacer es ofrecerles un entorno en el que puedan desarrollar esta capacidad. Los primeros años son muy importantes. Durante los tres primeros años, los bebés pasan de una media de 51cm a aproximadamente 93, y ganan unos 11,5kg desde los 3,5 que pesaban al nacer.

Muchas de las cualidades que adquiere durante su desarrollo lo marcarán de por vida

Desarrollo físico e intelectual

El crecimiento físico está estrechamente relacionado con su desarrollo intelectual, social y emocional, es por ello que los padres deben ofrecerles un entorno en el que puedan desarrollarse y así poder satisfacer su potencial humano y son la primera defensa de protección de los bebés frente al mundo. También son el primer compañero de juego, el primer maestro, el primer amor. Los padres son todo para los pequeños.

Los bebés aprenden por imitación. Con pocos días ya son capaces de sacar la lengua si ven que uno de sus padres lo hace primero; ellos son su modelo a seguir. La relación del niño con los padres determina el modelo de relación que va a tener en adelante.

La manera de aprender de los bebés es a través del juego, y cada vez son más hábiles al manipular todo lo que les rodea. Los padres pueden favorecer la exploración en entornos libres de peligro, ayudar a su hijo a entender cómo funcionan las cosas y, progresivamente, hacer que el mundo de su alrededor tenga cada vez más sentido. Con ayuda, los niños también aprenden a expresarse y a entender a los demás.

Los niños se desarrollan mucho mejor en ambientes que les hacen sentir más seguros y queridos

Reacción positiva

Es muy importante la reacción positiva de los padres, alabar lo que hacen bien cuando tengan la oportunidad es fundamental para que tengan una buena autoestima. Hará que se sientan más seguros de sí mismos. También debemos decir cuando hagan las cosas mal, son pequeños y debemos guiarles y enseñarles, son ellos los que deben de aprender de sus propios errores.

Sentirse querido

Los niños se desarrollan mucho mejor en ambientes que les hacen sentir más seguros y queridos. Sí es verdad que a medida que pase el tiempo habrá momentos difíciles, pero el amor de los padres debe hacer que intenten ser pacientes y no excesivamente críticos.

María Algueró Pérez de Villaamil
Especialista Infantil

 

 


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